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Incontinencia fecal

  • Introducción a la incontinencia intestinal
  • ¿Qué causa la incontinencia intestinal?
  • ¿Cómo se diagnostica la incontinencia intestinal?
  • ¿Cómo se trata la incontinencia intestinal?

Introducción a la incontinencia intestinal

La incontinencia intestinal es la incapacidad de controlar las deposiciones. Es un problema común, especialmente entre los adultos mayores.

La incontinencia intestinal no suele ser un problema médico grave. Pero puede interferir seriamente con la vida diaria. Las personas con incontinencia intestinal pueden evitar las actividades sociales por temor a la vergüenza.

Muchos tratamientos efectivos pueden ayudar a las personas con incontinencia intestinal. Estos incluyen:

  • medicina
  • cirugía
  • procedimientos mínimamente invasivos

Hablar con su médico es el primer paso para librarse de la incontinencia intestinal.

Causas de la incontinencia intestinal

La causa más común de incontinencia intestinal es el daño a los músculos alrededor del ano (esfínteres anales). El parto vaginal puede dañar los esfínteres anales o sus nervios. Es por eso que las mujeres se ven afectadas por la incontinencia intestinal con el doble de frecuencia que los hombres.

La cirugía anal también puede dañar los esfínteres o los nervios anales, lo que provoca incontinencia intestinal.

Hay muchas otras causas potenciales de incontinencia intestinal, que incluyen:

  • Diarrea (a menudo debido a una infección o síndrome del intestino irritable)
  • Heces impactadas (debido al estreñimiento severo, a menudo en adultos mayores)
  • Enfermedad intestinal inflamatoria (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa)
  • Daño a los nervios (debido a diabetes, lesión de la médula espinal, esclerosis múltiple u otras afecciones)
  • Daño por radiación en el recto (como después del tratamiento para el cáncer de próstata)
  • Deterioro cognitivo (pensamiento) (como después de un accidente cerebrovascular o enfermedad de Alzheimer avanzada)

Con frecuencia se presenta más de una causa para la incontinencia intestinal. Tampoco es inusual que ocurra incontinencia intestinal sin una causa clara.

Diagnóstico de la incontinencia intestinal

Hablar sobre la incontinencia intestinal puede ser vergonzoso, pero puede proporcionar pistas para que un médico ayude a hacer el diagnóstico. Durante un examen físico, un médico puede verificar la fuerza del músculo del esfínter anal insertando un dedo enguantado en el recto.

Otras pruebas pueden ser útiles para identificar la causa de la incontinencia intestinal, como:

  • Prueba de heces. Si hay diarrea, las pruebas de heces pueden identificar una infección u otra causa.
  • Endoscopia. Se inserta un tubo con una cámara en la punta en el ano. Esto identifica cualquier problema potencial en el canal anal o el colon. Se puede usar un tubo rígido corto (anoscopia) o un tubo flexible más largo (sigmoidoscopia o colonoscopia).
  • Manometría anorrectal. Se inserta un monitor de presión en el ano y el recto. Esto permite medir la fuerza de los músculos del esfínter.
  • Endosonografía. Se inserta una sonda de ultrasonido en el ano. Esto produce imágenes que pueden ayudar a identificar problemas en las paredes anal y rectal.
  • Pruebas nerviosas. Estas pruebas miden la capacidad de respuesta de los nervios que controlan los músculos del esfínter. Pueden detectar daños en los nervios que pueden causar incontinencia intestinal.
  • Defecografía por resonancia magnética. Se pueden realizar imágenes de resonancia magnética de la pelvis, potencialmente mientras una persona defeca en un inodoro especial. Esto puede brindar información sobre los músculos y las estructuras de soporte en el ano, el recto y la pelvis.

Tratamientos para la incontinencia intestinal

La incontinencia intestinal suele ser tratable. En muchos casos se puede curar por completo.

Los tratamientos recomendados varían según la causa de la incontinencia intestinal. A menudo, se puede requerir más de un método de tratamiento para controlar los síntomas.

Los tratamientos no quirúrgicos a menudo se recomiendan como tratamiento inicial para la incontinencia intestinal. Estos incluyen:

Dieta. Estos pasos pueden ser útiles:

  • Coma de 20 a 30 gramos de fibra al día. Esto puede hacer que las heces sean más voluminosas y más fáciles de controlar.
  • Evite la cafeína. Esto puede ayudar a prevenir la diarrea.
  • Beba varios vasos de agua al día. Esto puede prevenir el estreñimiento.

Medicamentos. Pruebe estos medicamentos para reducir la cantidad de deposiciones y la urgencia de defecar:

  • Imodio
  • Lomotil
  • Hiosciamina

La metilcelulosa puede ayudar a que las heces líquidas sean más sólidas y más fáciles de controlar. Para las personas con una causa específica de diarrea, como el síndrome del intestino inflamatorio, otros medicamentos también pueden ayudar.

  • Ejercicios. Comience un programa de contracción regular de los músculos utilizados para controlar el flujo urinario (ejercicios de Kegel). Esto fortalece los músculos pélvicos y puede ayudar a reducir la incontinencia intestinal.
  • Entrenamiento intestinal. Programe las evacuaciones intestinales a la misma hora todos los días. Esto puede ayudar a prevenir accidentes en el medio.
  • Biorretroalimentación. Se coloca un sensor dentro del ano y en la pared abdominal. Esto proporciona retroalimentación a medida que una persona hace ejercicios para mejorar el control intestinal.

La cirugía puede recomendarse para personas cuya incontinencia intestinal no mejora con tratamientos no invasivos. Los tipos de cirugía incluyen:

  • Cirugía de esfínter. Un cirujano puede suturar los músculos anales con más fuerza (esfinteroplastia). O el cirujano extrae músculo de la pelvis o de los glúteos para sostener los músculos anales débiles (transposición muscular). Estas cirugías pueden curar a muchas personas con incontinencia intestinal debida a un desgarro de los músculos del esfínter anal.
  • Estimulador del nervio sacro. Un cirujano implanta un dispositivo que estimula los nervios pélvicos. Este procedimiento puede ser más efectivo en personas con incontinencia intestinal debido a daño en los nervios.
  • Dispositivo de manguito de esfínter. Un cirujano puede implantar un manguito inflable que rodea el esfínter anal. Una persona desinfla el manguito durante las evacuaciones intestinales y lo vuelve a inflar para prevenir la incontinencia intestinal.
  • Colostomía. Cirugía para redirigir el colon a través de una abertura creada en la piel del abdomen. La colostomía solo se considera cuando la incontinencia intestinal persiste a pesar de todos los demás tratamientos.

También hay disponibles procedimientos no quirúrgicos más nuevos para tratar la incontinencia intestinal, como:

  • Remodelación del esfínter anal por radiofrecuencia. Una sonda insertada en el ano dirige cantidades controladas de energía térmica hacia la pared anal. La remodelación por radiofrecuencia crea una lesión leve en los músculos del esfínter, que se vuelven más gruesos a medida que sanan.
  • Biomateriales inyectables. Se pueden inyectar materiales como silicona, colágeno o dextranómero/ácido hialurónico en el esfínter anal para aumentar su grosor y función.

Estos procedimientos mínimamente invasivos pueden reducir la incontinencia intestinal en algunas personas, sin los riesgos de la cirugía. Debido a que son relativamente nuevos, su eficacia y seguridad a largo plazo no son tan conocidas como otros tratamientos.

Referencia médica de WebMD