Efecto de Edulcorantes artificiales en pacientes con enfermedad de Crohn
Un estudio reciente realizado por el Dr. Alex Rodriguez-Palacios, DVM, profesor asistente de medicina en la Facultad de Medicina de Case Western Reserve, indica que los edulcorantes artificiales podrían empeorar los síntomas en pacientes que tienen el síndrome del intestino irritable y dificultades digestivas similares, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. . El edulcorante Splenda, que contiene dos sustancias, sucralosa y maltodextrina, parece estimular la producción de mieloperoxidasa, una sustancia proinflamatoria, probablemente como resultado de una mayor producción de la bacteria E. coli.
El estudio se realizó con ratones que eran susceptibles a la inflamación intestinal y ratones que no lo eran. Los ratones que eran susceptibles mostraron un aumento de los síntomas después de ingerir el edulcorante artificial. Sin embargo, los ratones con sistemas digestivos normales no mostraron ningún síntoma.
Podría preguntarse:"¿Cómo puede un estudio realizado en ratones afectar a las personas?" La respuesta es que, si bien la intención es descubrir cómo las sustancias pueden afectar a los humanos, es difícil controlar la ingesta de alimentos de los humanos. Los ratones de laboratorio, por otro lado, viven en un entorno controlado, por lo que es más fácil limitar las variables en un experimento. Si bien un experimento con ratones no es definitivo, brinda algunas indicaciones de cómo una sustancia podría afectar a los mamíferos.
Colitis ulcerosa
Este estudio sugiere que para las personas que ya tienen problemas para digerir los edulcorantes artificiales en general y Splenda, en particular, podría aumentar la incidencia de los síntomas. Para las personas con sistemas digestivos normales, aunque el edulcorante artificial podría aumentar ciertos tipos de flora intestinal, es poco probable que el edulcorante tenga un efecto notable.
En el estudio se utilizaron dos grupos de ratones. El primer grupo era propenso a la ileítis, mientras que el segundo grupo estaba sano. Estuvieron expuestos a Splenda durante seis semanas. En el grupo propenso a la ileítis, se descubrió que la mayor producción de E. coli penetraba en la lámina propia del íleon. Pero el grupo sano no mostró tales efectos.
Si no está familiarizado con la terminología médica, puede preguntar "¿Qué es la lámina propia ileal?"
La respuesta es moderadamente compleja pero significativa. El íleon es la última parte del intestino delgado, la parte que se conecta con el intestino grueso. Su revestimiento interior es una membrana mucosa que consta de cuatro capas principales:El epitelio , la lámina propia, la muscularis mucosae, y la submucosa. El intestino delgado es responsable de gran parte de la digestión humana. Si el aumento de la producción de E. coli penetra en la lámina propia del íleon, atraviesa la primera capa de la pared interior del intestino delgado hacia la segunda capa.
La lámina propia es descrito por el diccionario Merriam-Webster como una capa altamente vascularizada de tejido conectivo, en otras palabras, tiene muchos vasos sanguíneos en ella. Entonces, si la E. coli del área intestinal ingresa al tejido conectivo que está lleno de vasos sanguíneos, existe una buena posibilidad de que el ser humano o el ratón en el que reside ese tejido se sienta bastante enfermo en breve.
A veces se dice que las personas que tienen dificultad con el intestino delgado y grueso tienen una afección llamada enfermedad del intestino irritable o EII.
El grupo que realizó el estudio sugirió que es posible que el uso de Splenda pueda aumentar los síntomas de las personas que ya padecen EII, como los pacientes que tienen la enfermedad de Crohn. Esto es consistente con los informes de los médicos que en alrededor del diez al quince por ciento de los pacientes que tienen EII, el uso de edulcorantes artificiales empeora los síntomas. O, dicho de otro modo, si ya tienes los intestinos gruñones, beber un refresco que contenga Splenda tiene el potencial de hacerte sentir mucho peor.
El Dr. Rodríguez-Palacios dijo que el siguiente paso, para ayudar a desarrollar evidencia concluyente, sería realizar un experimento en humanos, pero que tales estudios eran más difíciles que aquellos con ratones debido al menor control sobre la dieta y el medio ambiente. Además, la genética humana tiene un rango mucho más amplio que el de los ratones de laboratorio especialmente criados, y esto aumentaría los desafíos para un estudio en humanos. Para llegar a conclusiones sólidas a partir de estudios en humanos, es probable que lleve varios años de seguimiento con personas que tienen EII o que no tienen EII.
El clínico David L. Suskind comentó que la conclusión de este estudio fue el impacto de la dieta en los microbiomas internos. Uno de los puntos principales del estudio fue que tanto en ratones propensos a la ileítis como en ratones sanos, hubo un aumento de proteobacterias, incluida la E. coli, al consumir Splenda. Continuó reiterando que era consistente con los informes de que los alimentos con edulcorantes artificiales a veces empeoraban los problemas digestivos, y que podría ser la clave de por qué se estaban viendo tantos más casos de EII a nivel clínico.
La conclusión de Suskind fue que, si bien los pacientes sanos pueden o no ser susceptibles a la EII como resultado de comer o beber alimentos con Splenda, sugiere que los aditivos alimentarios no se conocen bien y que es mejor evitar los edulcorantes como Splenda. Aunque no se han encontrado resultados claros, tales aditivos no son dietéticamente esenciales y pueden quedar fácilmente fuera de la dieta. O, como él dijo, más vale prevenir que curar.
Esta no es la primera vez que se cuestionan los aditivos alimentarios, como Splenda. Ciertos tintes utilizados en alimentos, polvos de levadura y conservantes han sido objeto de escrutinio. Todo esto se reduce a que solo porque sabe bien, eso no significa necesariamente que sea bueno para ti. Incluso las sustancias naturales como la sal pueden necesitar un uso moderado. Además, en cada caso, el metabolismo individual y la dieta que lo acompaña influyen en el impacto de los aditivos alimentarios.
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