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Sintomatología de una apendicitis aguda - Diagnóstico de abdomen agudo

En ese caso, cuando la flexión espontánea de una extremidad en un la articulación coxal no es expresada, consigue descubrir la tensión del músculo iliolumbar por medio de la extensión excesiva de la cadera en la articulación coxal Este fenómeno se conoce bajo el nombre del síntoma de Larash (fig. 34). En el fondo del síntoma Darok está la tensión muscular — la posición levantada derecho o los dos testículos, que surge espontáneo o a la palpación de la pared delantera abdominal del estómago (irritación cremáster).
La investigación del estado de los reflejos celiacos no ha encontrado la aplicación ancha a la diagnosis de la apendicitis aguda. Mientras tanto da algo para este fin (Ya. V. Lavochkin, etc.).
Depende de la profundidad de la derrota de la pared del vástago, de bolshee o la incorporación menor en el proceso inflamatorio del peritoneo el cambio de los reflejos celiacos influye sobre su agotamiento solamente más rápidamente en el polo ilíaco derecho en comparación con otras partes, aliviándolo, por fin, una desaparición total. El valor diagnóstico se refiere, principalmente, al agotamiento rápido y la reducción del reflejo. Está claro que la falta además de los reflejos abdominales añadirá poco a lo que ya da a uno la tensión de la pared. La tensión de la pared, así como los reflejos indican que el proceso inflamatorio ha superado el brote y en él es atraído pristenochnyy el peritoneo.
El indicio no constante, pero con todo eso bastante frecuente de la apendicitis aguda — el vómito. Suele aparecer durante las primeras horas las enfermedades y luego, en igualdad de condiciones con el dolor, es su síntoma precoz.
Más a menudo el vómito tiene el carácter pasajero pronto — 1—2 veces durante todo el tiempo del ataque, además de las cantidades pequeñas del contenido del estómago. Con frecuencia el enfermo hasta se olvida
de esto y es posible establecer solamente la encuesta escrupulosa que esto tenía lugar. Raramente el vómito a la apendicitis aguda tiene el carácter rudo, actúa en el cuadro de la enfermedad al primer plano. Tal vómito puede ser abundante, continuo, surge más tarde y sirve a la expresión de la intoxicación, al contrario del reflejo temprano. Un mal carácter diagnóstico es el vómito sucio-negro, colores de un café espeso, las masas (vómito negro). Aparece algunos días después del comienzo de la enfermedad y habla sobre la peritonitis progresiva.
El valor diagnóstico del síntoma del vómito a appenditsita no es grande. Según los conferenciantes sobre apendicitis en Leningrado, se observan vómitos aproximadamente en la mitad de todos los casos. Bauer y Clark lo han descubierto por término medio a catarral appenditsita en 45 %, a gangrenoso — en 82.
Me parece que para la apendicitis aguda es característico no tanto el vómito por sí mismo, es cuánto su carácter para la apendicitis aguda, que se desarrolla habitualmente 2—3 horas más tarde después de la aparición del dolor, pero no en su punto máximo que más a menudo es 1—2 veces, además de las cantidades pequeñas del contenido gástrico. La frecuencia del vómito puede servir a la instrucción sobre el grado otgranichennost del proceso inflamatorio a la apendicitis. A la apendicitis pélvica, retrocecal se encuentra considerablemente menos que a la apendicitis con la disposición frontal o lateral del vástago. Es más difícil establecer la dependencia entre el vómito y el carácter patoanatómico del proceso en el vástago. Aparentemente, la frecuencia del vómito a la apendicitis aguda depende de la velocidad del desarrollo de los cambios destructivos en ella. Así, los vómitos frecuentes desde el mismo comienzo de la enfermedad se observan a la apendicitis gangrenosa, a la apendicitis que se complican rápidamente por la peritonitis difusa a tóxico. La aparición del vómito después de que ha cesado, permite suponer la complicación que ha comenzado:la perforación del vástago o el tránsito que se encontraba antes de la peritonitis delimitada en la difusión. Debe también tener en cuenta que algunas personas no son propensas en general al vómito, observan solamente la náusea, que por eso es necesario correctamente estimar.
(En la fase del infiltrado) es necesario llevar la presencia del hinchazón a signos locales de una apendicitis aguda. más cierto, las condensaciones, en la cavidad abdominal. Esta condensación ocupa habitualmente la esfera del polo ilíaco derecho — el lugar de la disposición más frecuente del vástago, es más rara — se encuentra en la esfera derecha subcostal, en el perol. Se forma a consecuencia de la incorporación en el proceso inflamatorio de las telas que rodean el vástago a expensas del conglomerado de los nudos intestinales, el redaño que envuelve el vástago y cubre más a menudo la perforación en él. El infiltrado se palpa habitualmente en forma de inmóvil, pastoso, que realiza el hinchazón del polo ileal, en forma del hinchazón denso (a los ancianos). A la disposición del infiltrado en el perol la palpación a través de la pared delantera celiaca, no descubre habitualmente de nada, permite revelarlo solamente rectal o vaginal la investigación. A veces, la pared abdominal está involucrada en el infiltrado; surgen además los fenómenos, la reacción inflamatoria, ante todo la hinchazón, la ampliación de la red venosa de la piel, la subida de la temperatura local. En calidad de la excepción se encuentran los casos de la aparición del absceso abierto knaruzh, y que formaban la fístula.