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Cambios en la dieta para ayudar con el colon irritable

Las personas que padecen el síndrome del intestino irritable pueden encontrar alivio de los síntomas con una variedad de cambios en la dieta.

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal común que se estima que afecta entre el 10 y el 20 por ciento de las personas. Los síntomas del SII incluyen distensión abdominal, dolor, flatulencia, diarrea y hábitos intestinales alterados.

Se desconoce la causa del SII, pero se sabe que los factores ambientales, como los cambios en la rutina, el estrés emocional, las infecciones y la dieta, desencadenan un ataque.

Para una condición que afecta a tantas personas, existen pocos tratamientos efectivos. Comer más fibra, especialmente la forma más soluble, parece ofrecer un alivio sintomático en algunas personas.

Por lo general, se usan varias dietas de exclusión autodenominadas, pero se han realizado pocos ensayos controlados para respaldar su beneficio.

La ciencia de los FODMAP

Un tratamiento dietético emergente para el SII que está ganando mucha atención es una dieta baja en FODMAP.

FODMAP es un acrónimo de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables e incluye carbohidratos como la lactosa, fructosa, fructanos (cadenas largas de moléculas de fructosa) y alcoholes de azúcar. Los FODMAP se encuentran en muchos alimentos, incluidos el trigo, la leche, las peras, las ciruelas, las cebollas, el ajo y las legumbres.

Los FODMAP pueden absorberse mal en algunas personas, lo que lleva a su acumulación en el intestino delgado y pasa al intestino grueso. Una vez allí, pueden atraer más agua al intestino (aumentar la posibilidad de diarrea) y también aumentar la producción de gas a partir de su fermentación por bacterias colónicas. Estos efectos de los FODMAP en el intestino explican muchos de los síntomas informados en el SII.

La pequeña cantidad de ensayos clínicos que utilizan dietas bajas en FODMAP para tratar el SII han mostrado un beneficio favorable. Sin embargo, aún no está claro si tales dietas ofrecen un beneficio superior al consejo de manejo tradicional para el SII.

Investigadores suecos observaron a 75 personas que cumplían con los criterios para el SII para probar una dieta baja en FODMAP frente a los consejos de manejo tradicionales para el SII. Cada persona fue asignada al azar para seguir una dieta baja en FODMAP durante cuatro semanas o recibir consejos tradicionales.

El consejo tradicional en el ensayo consistía en tener comidas más pequeñas regularmente y tener menos cafeína, alimentos picantes, grasas y alcohol, así como restringir los "alimentos problemáticos" como las cebollas, el repollo y los frijoles. A ninguno de los grupos se le dijo cuál era la "etiqueta" de su consejo dietético para ayudar a reducir el efecto placebo, ya que la palabra "FODMAP" tiene cierta atracción entre el público en general.

En la semana cuatro, 67 personas permanecieron en el estudio. Ambos grupos de dieta vieron una disminución en los síntomas del SII sin diferencias significativas en la reducción de los síntomas entre los dos grupos. Un hallazgo interesante fue que los dos grupos de dieta no eran mutuamente excluyentes. Algunos de los alimentos que se recomendó comer menos como parte de los consejos tradicionales también tenían un bajo contenido de FODMAP. Esto plantea la posibilidad de que la combinación de elementos de cada enfoque pueda reducir aún más los síntomas del SII.

Implicaciones

El SII es una afección compleja que parece tener un alto grado de diferencias individuales en cuanto a qué alimentos pueden desencadenarla.

Los resultados de este pequeño ensayo muestran que ningún enfoque fijo funcionará para todos, pero vale la pena tomar los principios detrás de las opciones dietéticas y adaptarlos a lo que funciona para el individuo.